MI ACTITUD HACIA LOS QUE RECHAZAN EL EVANGELIO.
“Porque el siervo del Señor no debe
ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido” (2 Timoteo 2:24)
Pregunta: ¿Cómo eliminar de mi
pensamiento la crítica y el cuestionamiento hacia las personas que rechazan el
evangelio?
Siempre
nos encontraremos con personas que rechacen el Evangelio. Los cristianos
estamos tan convencidos de que Cristo y Su mensaje es la Verdad y le amamos
tanto porque ha significado grandes bendiciones para nuestra vida, que cuando
escuchamos críticas, burlas y negativas a nuestra fe, podemos reaccionar de
forma inadecuada. Eso es algo negativo en un creyente y que en cierto modo lo
iguala a un no creyente. Si deseamos ser un buen testimonio para los incrédulos
y no desprestigiar el Evangelio, es imprescindible que eliminemos de nuestros
pensamientos y conversación la crítica y el cuestionamiento hacia las personas
que no creen en Jesucristo.
Si este es
su problema o el de algún hermano en la fe, permítanme hacerles algunas
sugerencias para relacionarnos más fluidamente con los no creyentes. Llamamos
así a esas personas que se declaran ateas, agnósticas, o de otras creencias.
También están los cristianos pertenecientes a iglesias muy cerradas que piensan
ser la “única Iglesia” o la “Iglesia verdadera”.
- Todos somos hermanos.
En primer lugar considérelos “hermanos de Humanidad”. Todos
somos seres creados por Dios con amor. No hay ningún ser humano al que el
Creador no ame. Él ama a todos, crean o no en Él, lo respeten o lo insulten.
Dios nos ve en nuestra pequeñez y debilidad y nos ama. Del mismo modo debe
verlos usted, con amor misericordioso y aceptador. Ni siquiera a Caín, el
primer asesino, que mató por envidia a su hermano Abel, ni siquiera a él lo
desprotegió el Señor. Todo lo contrario, le puso una marca para que nadie lo
atacara: “Ciertamente cualquiera que
matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín,
para que no lo matase cualquiera que le hallara.” (Génesis 4:15) No evite, incluso, llamar hermano a quien no vive
nuestra fe. A Dios no le ofenderá pues usted estará amando a una de sus
criaturas y quizás esa sea una forma que el Espíritu use para mostrarle Su
amor.
- Acepte los distintos pensamientos.
Dios ha dado a los seres humanos una tremenda capacidad de
pensamiento. El Hombre ha investigado por siglos la realidad en que vive
–geográfica, biológica, social, psicológica, etc. – y ha elaborado diversas
teorías. Todas son respetables porque nacen de una mente creada por el Dios de
la vida. No tenemos derecho a burlarnos ni rechazar de plano cualquier
pensamiento que no sea idéntico al nuestro. Hacerlo es sencillamente intolerancia
y rigidez mental. Démosle a otras formas de enfocar la vida, el respeto que
merecen. Hacerlo no nos convierte en herejes ni apóstatas, tan sólo en personas
tolerantes. ¿Acaso siempre anduvimos en el camino de Cristo? ¿No hubo un tiempo
en que también nosotros caminábamos por otras rutas? Recuerde aquella
característica del amor, la magnanimidad: “Todo
lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (1 Corintios 13:7) Sea magnánimo, tenga
un alma grande y acepte que hay otros pensamientos. No es necesario entrar en
discusiones ni pretender defender a Dios, Él lo hace de mejor forma. Permita
que sea el Espíritu Santo quien convenza a las personas.
- Cambie usted primero.
En realidad cuando esto sucede, que uno se siente mal y se
enoja internamente, aunque no lo demuestre, el problema no está ocurriendo
afuera sino dentro de nosotros. La intolerancia, la falta de amor, la soberbia,
se están haciendo cargo de nuestros pensamientos y sentires. En ese momento no
tenemos la mente ni el corazón de Dios, sino que el viejo hombre o vieja mujer
aún están entronizados en el corazón. Reacciona el alma con todos sus
conocimientos y no el espíritu que ahora es morada del Espíritu Santo. ¿Por qué
mejor no soltar ese deseo que se ha transformado en una obsesiva preocupación
por cambiar a los demás? ¿Por qué mejor no cambio yo primero? Necesitamos
renovar nuestro modo de pensar y cuando esto suceda, las cosas cambiarán en su
entorno. De lo contrario usted será un cristiano inconsecuente con la doctrina
básica del cristianismo que dice “Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus
fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.” (San Lucas 10:27) Amar al prójimo
significa comprenderlo y aceptarlo en su diversidad de ideas. Tal vez no vamos
a amar sus ideas pero sí sus almas. La solución es cambiar nosotros antes: “No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)
- Comience a confiar en la Gracia de Dios.
Puedo darle muchas razones y textos bíblicos que hablan de
cómo debemos manejar estos sentimientos y reacciones que tenemos frente al que
no cree, pero hay una clave que toca todo ello y resuelve definitivamente su
problema. Me refiero al Evangelio de la Gracia. Esto significa que la Buena
Nueva se recibe gratuitamente, directamente de Dios. Es cierto que usted
conoció a Cristo por medio de alguna intervención humana (la prédica de un
pastor, algún folleto o libro, un programa de televisión) pero todos esos
medios fueron utilizados por uno que es mayor, Dios Todopoderoso. Las personas
no se convierten por acciones humanas, sino porque el Espíritu Santo
interviene. Es Su voluntad la que convence y vence a la voluntad humana. No se
apene porque sus amigos o familiares no creen inmediatamente en Jesús, cuando
usted les habla. Déjele el trabajo a la Gracia de Dios. La Gracia es esa
gratuidad con que el Señor brinda Su amor a los seres humanos. Dios no obliga a
nadie, Él atrae, enamora, ama. Haga usted lo mismo y vístase de Su Santa
paciencia. Recuerde que ya no estamos bajo la Ley de Moisés que castigaba al
pecador, sino bajo la Gracia de Jesús que ama y perdona al pecador “Pues la ley por medio de Moisés fue dada,
pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (San Juan 1:17)
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